LECTURA 5, SEMANA 8: La apuesta por una red intercultural

 "Tienes un cerebro dentro de la cabeza. tienes los pies dentro de los zapatos. Puedes guiarte a í mismo en cualquier dirección que elijas".

DOCTOR SEUSS

Trabajar en equipo con personas de tu misma cultura es un verdadero lío; pero trabajar conjuntamente con personas que son de distintas regiones del mundo, con muy variadas visiones y culturas, es una verdadera odisea. Aun así el optimismo, las ganas y el deseo de mejorar el mundo son mayores. Ese es el caso de la UNESCO que, a la par con otras organizaciones y personas han retomado un aspecto de vital importancia en la educación de la antigua Grecia y que en el mundo moderno occidental ha perdido mucho terreno: la enseñanza filosófica. 

El texto “Red de trabajo internacional para el desarrollo y apoyo de la filosofía  con prácticas con niños” plantea un proyecto ambicioso que pretende concientizar sobre el uso de la filosofía en la educación de calidad en los niños para aprender a escuchar, abrir la mente y entender el mundo desde que esa edad.

Estos trabajos se han realizado en encuentros organizados por la UNESCO con grupos como IPCIC o SOPHIA desde 1988 con la intención de conectar a quienes estén interesados – personas como tú y como yo- con maestros, organizaciones, instituciones etc. para poder compartir y publicar esta información en páginas web o bases de datos que sirvan de guía para todo aquel que se interese en ser partícipe.

Pero más allá de los logros me interesa reflexionar sobre su propuesta. El apostar por una enseñanza filosófica como una vía óptima de desarrollo en las presentes generaciones es retomar nuestro pasado griego. Todos aquellos grandes filósofos de la antiguedad que reflexionaban, se cuestionaban y analizaban el mundo en que vivían con el afán de aportar lo mejor para su comunidad (pensamiento platónico, el bien individual se traduce en un bienestar general). Es hacer un llamado a forjar un mejor futuro ejercitando hoy  nuestra libertad de criterio y reflexión.

Pero, ¿qué está pasando? Pareciera que ya nadie se cuestiona nada, los niños y jóvenes hacen la tarea sólo porque sí, no critican, se muestran apáticos y prefieren ignorarlos. ¿A caso esta es una respuesta a la nula confianza que se le tiene al gobierno? ¿Es una respuesta a ver que por más que se critique las cosas no cambian? En algún lado leí que no podemos dejar de creer, necesitamos creer que las cosas pueden cambiar para seguir motivándonos. Para mí no hacer nada es peor a no intentarlo.

No pienso en que pasará con mis nietos, ni como aprenderán mis hijos;  pienso en mí y en el ahora, en que sino  uso mis capacidades para relacionar y vincular todo lo que aprendo (multidisciplinariedad) no seré competitiva, no lograré un cambio desde mi persona que de alguna u  otra manera influenciará a otras personas para logar ese cambio tan anhelado. Es tiempo de ponernos a filosofar, a repensar el mundo, a cuestionarnos, no con el afán de llevar la contraria, sino de aprovechar todas las herramientas que tenemos a nuestro alcance para compartir ideas y verlas materializadas como pasó en Egipto y los países árabes. Debemos atrevernos a usar el criterio y dialogar, porque de esa forma surgirá alguna buena idea que le dé un nuevo rumbo a este mundo.  

                                                                                                                                                              REFERENCIAS:                                                                                                                                 

 

International network for development and support of philosophy with children practices.(2011). [en línea] Recuperado el 1 de marzo de 2011 de http://issuu.com/philolab/docs/appeal_to_create_an_international_network_for_deve?viewMode=magazine&mode=embed