En mi vida se me habría ocurrido ubicarme dentro de un estudio de esta naturaleza, por eso mismo es más interesante.
Para empezar, ver que de acuerdo a mis ingresos tengo mayor probabilidad de ser empleada o de trabajar por mi cuenta, puede resultar algo desalentador; pero ver su impacto, es algo aún más interesante pues ello indica que por cuestiones económicas las personas se mueven para superarse, y así fue, nosotros nos mudamos a Oaxaca porque gracias al trabajo de mi papá, donde empezó como vendedor y fue subiendo dentro de Marlboro (en aquel entonces regido por una meritocracia, nos permitió tener una linda casa durante mi niñez, y una casa aún mejor ahora que regresamos a Puebla.
También es impresionante ver que soy de las pocas personas que han alcanzado un nivel de licenciatura me inspira a soñar más alto y a pensar en una maestría e incluso un doctorado. Y me llena de orgullo ver que las mujeres de estas generaciones estamos buscado prepararnos mucho más, pues ha crecido un 3.8% el porcentaje de mujeres con licenciatura, en comparación con la generación de mi papa. Eso me ubica en uno de los pequeños porcentajes de mujeres con licenciatura que madre de familia, que espero serlo, pero más adelante aunque no creo tener más de 3 hijos, que por lo que veo en las gráficas es el común denominador sin importar el nivel de estudios.
De cualquier forma esto puede tomarse de dos formas: la primera como una forma de desalentarnos, o dos, como la sacudida que necesitábamos para preguntarnos ¿Qué está pasando con México y los mexicanos? debemos aspirara más, no signifique que los resultados de la encuesta sea la regla... Podemos forjar un México mejor.
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